El Departamento Nacional de Planeación (DNP) presentó el informe del Índice de Desempeño Fiscal (IDF) para la vigencia 2023, revelando que el 50% de los pagos de deuda de las ciudades y municipios de Colombia se destinó a cubrir intereses. A pesar de una leve mejora frente al 2022, cuando este porcentaje fue mayor, la carga por el costo del crédito sigue siendo alta. Estos compromisos de deuda se adquirieron principalmente durante la pandemia, lo que ha dejado un impacto considerable en las finanzas territoriales.
En su reporte, el DNP indicó que los municipios y ciudades acumulan actualmente una deuda total de más de $22,5 billones, lo que representa una disminución de $500.000 millones en comparación con el saldo de $22,6 billones registrado en 2022. Sin embargo, la preocupación persiste al observar que, en el periodo entre 2012 y 2023, la deuda de los entes territoriales ha crecido un 173%. Esta situación refleja los retos que enfrentan muchas ciudades para equilibrar sus finanzas, mientras continúan destinando grandes sumas a pagar intereses, lo que limita la capacidad de inversión en proyectos de desarrollo.
De los $4,65 billones que se destinaron al servicio de la deuda en 2023, $2,91 billones correspondieron a intereses, un aumento significativo del 54% frente a los $1,89 billones de 2022. Además, los pagos correspondientes a amortizaciones también mostraron un incremento del 17%, pasando de $1,49 billones a $1,74 billones. Estos datos ilustran la dificultad de reducir la carga financiera, a pesar de los esfuerzos por mejorar la gestión fiscal.
El DNP destacó que cuatro ciudades concentran el 67% de la deuda total: Bogotá (40%), Barranquilla (13%), Medellín (9%) y Cali (5%). Esto reafirma la concentración económica del país en estas grandes urbes, siendo Bogotá la que más deuda acumula, representando cuatro de cada diez pesos de los compromisos de deuda de las ciudades y municipios colombianos.
En cuanto al desempeño fiscal, el informe señala avances en la gestión de ingresos propios, aunque persiste una alta dependencia de las transferencias del Gobierno Nacional. En promedio, más del 60% de los ingresos municipales provienen de estas transferencias, lo que refleja una limitada autonomía financiera. Bogotá se destacó como la ciudad con mejores resultados en el IDF, con un puntaje de 88,1 sobre 100, mientras que a nivel municipal, Nobsa (Boyacá) lideró en su categoría con 83,79 puntos.
No obstante, el DNP advirtió sobre la situación crítica en varias regiones, particularmente en la región Caribe, donde el 70,41% de los municipios se encuentran en riesgo fiscal, mientras que el 7,65% están en deterioro, lo que significa que presentan altos niveles de endeudamiento y baja capacidad de recaudo. Estos municipios dependen en gran medida de las transferencias del Estado y muestran bajos niveles de inversión privada, lo que pone en riesgo su sostenibilidad financiera a largo plazo.
El informe también categoriza a los municipios según su situación fiscal: los más críticos están en las categorías de "deterioro" y "riesgo", seguidos por los "vulnerables", que aunque cumplen con los límites legales de deuda y gasto, aún dependen significativamente de las transferencias. Por último, están los municipios "solventes" y "sostenibles", que logran generar ingresos propios y atraer inversión, lo que les permite tener una mayor capacidad para financiar su propio desarrollo.
El DNP concluyó que, si bien los municipios han mostrado mejoras en la generación de recursos propios entre 2012 y 2023, es fundamental seguir fortaleciendo la gestión fiscal territorial y la articulación con la Nación. Para ello, se recomienda implementar un monitoreo constante de las finanzas territoriales por parte de las gobernaciones, así como programas de capacitación y asistencia técnica que permitan a los municipios mejorar su capacidad de recaudo y reducir su dependencia de las transferencias nacionales.
Fuente: Portafolio.
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