ONU alerta ante necesidades de nuevas víctimas de desplazamiento en el sur de Córdoba
- boletin028
- 18 nov 2019
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18 de Noviembre de 2019
La entidad pidió a las autoridades que se brinden las garantías en el municipio de San José de Uré para atender a las familias indígenas y campesinas que se encuentran en condición de desplazamiento tras ser amenazadas de muerte por parte de las disidencias del frente 18 de las Farc.

La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, Ocha, emitió una alerta internacional con relación a la situación que padecen 225 personas en condición de desplazamiento en el municipio de San José de Uré, tras haber sido obligados a salir de sus territorios por parte de un grupo de hombres armados, aparentemente pertenecientes a las disidencias del frente 18 de las Farc.
En el informe emitido por la dependencia del Secretariado General de las Naciones Unidas se insta a las autoridades locales a lograr estrategias que permitan garantizar la seguridad alimentaria, nutrición, medios de vida, salud, agua, saneamiento básico, higiene y protección para las 65 familias en condición de desplazamiento, de las cuales el 53 por ciento corresponde a indígenas de la etnia Embera Katio.
Para este lunes 18 de noviembre se tiene previsto el inicio de las entregas de asistencia alimentaria que se extenderá hasta el próximo 23 de noviembre, cuando se espera que ingrese la Unidad para la Atención y Reparación Integral a Víctimas (UARIV) con entregas de ayuda humanitaria de emergencia.
Los nuevos hechos de desplazamiento en el sur del departamento de Córdoba se vienen realizando desde el pasado martes 12 de noviembre, cuando un grupo de hombres armados que aparentemente portaban brazaletes de la antigua guerrilla de las Farc, amenazó de muerte a los pobladores del resguardo indígena Embera Dochama Altos de Uré, ubicado en la vereda Batatalito, corregimiento Versalles, del municipio de San José de Uré.
La zona es disputada por este grupo al margen de la ley que opera en conjunto con la banda de ‘los Caparros’ para disputar las economías criminales en contra de la banda del ‘Clan del Golfo’.
El cronograma de un desplazamiento masivo
Inicialmente se desplazaron alrededor de 67 personas, pertenecientes a 19 familias, quienes fueron ubicadas en un alojamiento temporal dispuesto por la Alcaldía.
De manera paralela; unas 106 personas, de 34 familias campesinas, se desplazaron desde cinco veredas hacia el centro poblado del corregimiento de Versalles, las cuales se autoalbergaron en casas de familiares y amigos.
Ocha asegura que a partir de esa fecha comenzaron a registrarse nuevos brotes de desplazamiento, como ocurrió el 15 de noviembre, cuando otras 52 personas, equivalentes a 12 familias, pertenecientes al Resguardo indígena Dochama se desplazaron hacia la comunidad indígena Ibudó El Bosque, donde viven 80 personas (22 familias), también en zona rural de San José de Uré.
El censo realizado por las autoridades logró establecer que hasta el momento se trata de 225 personas desplazadas, equivalentes a 65 familias desplazadas, de cuatro sectores afectados; 53% población es indígena; 46% corresponde a niños, niñas y adolescentes.
Las familias afectadas por este nuevo hecho de desplazamiento masivo son provenientes del resguardo indígena Batatadó y Dochama, y en las veredas Batatalito, Batatal, La Ilusión, y Bocas de San Pedrito; habitadas por campesinos y pertenecientes al corregimiento de Versalles, en la zona rural del municipio de San José de Uré, al sur del departamento de Córdoba.
Alimentación, salud y seguridad
En su informe el organismo internacional advierte sobre la preocupación de las comunidades por causa de las necesidades que se deben mitigar para disminuir el impacto que genera el desplazamiento.
La condición de seguridad en la zona es apremiante pues, aunque algunas familias han podido salir en busca de refugio, se teme que existan otras familias que por temor u otro tipo de amenazas, no hayan podido abandonar sus poblaciones y ahora estén confinados sin poder salir a buscar alimento.
“Al mismo tiempo que se dan los desplazamientos, el temor generalizado en comunidades rurales derivado del accionar armado de los grupos, ha ocasionado una alerta por el presunto confinamiento de algunas de ellas como medida de autoprotección; a la fecha de publicación de este informe se desconoce la cifra de afectados por este hecho”, indica el ente internacional.
Necesidades urgentes
La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, Ocha, asegura que debido al riesgo de seguridad existente, no se han podido realizar las visitas de verificación y seguimiento a las zonas mencionadas. No obstante, estas comunidades han visto limitadas sus actividades de sustento diario relacionadas al trabajo de extracción de caucho, minería artesanal y actividades agrícolas, por la prohibición que hacen los grupos armados para circular entre algunas veredas, además de la existencia de artefactos explosivos.
Otra cosa que preocupa a las autoridades, es que el corregimiento de Versalles no cuenta con centro de salud cercano y las vías de acceso no permiten tener flujo vehicular constante, lo que dificulta la oportuna atención en caso de cualquier situación de urgencias en salud.
“Se requiere de manera urgente la atención psicosocial, sobre todo para la población infantil y adultos mayores, debido al temor, preocupación y otras afectaciones por todos los hechos ocurridos. También se requiere atención en salud física y suministro de medicamentos en el casco urbano de San José de Uré, por la proliferación de enfermedades respiratorias”, indica Ocha.
En cuanto al agua, saneamiento básico e higiene se supo que hay limitaciones para acceder a agua potable y saneamiento básico, y no se cuenta con letrinas para la disposición de excretas. Tampoco hay un manejo adecuado de los residuos sólidos incrementando el riesgo de aparición de enfermedades.
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