Domingo 16 de mayo de 2021
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El río Magdalena no puede volver a convertirse en un corredor de miedo y muerte, como ocurrió en décadas anteriores. Ese es uno de los objetivos que se trazó la Comisión de la Verdad, y para ello diseñó unos espacios de diálogo con la comunidad ribereña del país, denominados “Acuerdos por el agua en torno al río Magdalena - Ríos de verdad y vida”.
Según explicó la comisionada Lucía González, es una realidad que ocurrió en torno al río y no se puede ocultar, pero mucho menos repetir, y por eso se trabaja desde hace un año con un grupo motor, que representa a más de 40 organizaciones religiosas, pescadores, ambientalistas, de derechos humanos y académicas del país.
Se quiere llegar a unos acuerdos que tienen como objetivo lograr compromisos sobre el cuidado del río Magdalena, partiendo de un reconocimiento inicial de los daños generados por el conflicto armado y el papel importante que han jugado las comunidades para su protección.
“Estamos proponiéndole a la comunidad un pacto para que esto nunca más vuelva a suceder, para que la comunidad entienda que el río tiene que ser el lugar de la convivencia y el encuentro feliz y armonioso y que el río sea también un símbolo de que somos capaces de cuidar al otro”, señaló González.
Tres etapas
Algunos participantes, como Ubencel Duque, director del Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio, destacaron que la importancia del diálogo es precisamente la variedad de voces que se han podido encontrar para proteger el importante afluente.
“El diálogo social sobre el río implica que las distintas voces que nos encontremos, así tengamos opiniones diferentes, podamos construir un compromiso de manera colectiva. El grupo motor en ese sentido, su papel importante es proteger el mismo diálogo”, afirmó Duque.
Entre tanto, la coordinadora de la Macroterritorial Magdalena Medio, Águeda Plata, aseguró que hay unos pasos que se deben dar para que los acuerdos tengan el impacto deseado y destacó que este mes se presentará un manifiesto a Colombia sobre la verdad del río Magdalena, que espera movilizar a todo el país hacia el cuidado de esta cuenca hídrica como bien público.
“En 2021, el proceso para lograr los acuerdos tendrá tres etapas. La primera, es el reconocimiento de la verdad, las afectaciones y los afrontamientos en el marco del conflicto armado, que se presentarán en un manifiesto público para que los refrenden todos los ciudadanos; la segunda, es la construcción concertada de los acuerdos, y la tercera, se refiere a la entrega del legado de un espacio interinstitucional de gobernanza”, puntualizó Agueda Plata.
Referencias
Becerra, A. (16 de mayo de 2021). “El río Magdalena debe ser un espacio de convivencia”. Vanguardia. Recuperado de https://www.vanguardia.com/santander/barrancabermeja/el-rio-magdalena-debe-ser-un-espacio-de-convivencia-fh3768351.
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