Este sistema de generación híbrida (solar-diésel) hace parte de los seis instalados en las comunidades indígenas aledañas a Puerto Carreño: Ekonai (de la comunidad de Orlando), Guaripa, Joval, La Hormiga, Roncador y Morichalito y que beneficia a 94 familias en total.
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Orlando Gómez Rodríguez es el capitán del cabildo de Ekonai, y para él la energía eléctrica ha sido mucho más que la posibilidad de conservar los alimentos, tomar las bebidas frías, cargar el celular en casa (y no a 15 minutos en moto en lugar ajeno), poner el equipo de sonido a todo volumen con cumbias que expulsan a Satanás o iluminar los hogares. Cuando se le pregunta por lo que significa contar ahora con el servicio, él no duda un segundo en responder:
“Somos parte de Colombia”.
Este hombre y su extensa familia pertenecen al pueblo Sikuani. Nacieron en el Alto Vichada donde vivieron hasta los noventas, en Cumaribo, el municipio más grande de Colombia. Por temas de orden público tuvieron que salir corriendo de su tierra para ir a dar a Puerto Carreño donde se estableció en uno de los 770 resguardos indígenas que tiene el país. En el de Orlando hay 17 familias y 98 creyentes de Cristo adscritos a la Iglesia Estrellas de Belén.
Los habitantes de los Resguardos disfrutan de la energía eléctrica gracias a una granja solar de 15 metros de largo y cuatro de ancho instalada por el Instituto de Planificación y Promoción de Soluciones Energéticas para Zonas No Interconectadas (IPSE), a pocos metros de la escuela y de la cancha de fútbol hizo la magia. Son 10 paneles solares y una planta diésel de respaldo lo que genera la energía eléctrica a esta comunidad y que hacen sentir a Orlando un poco más colombiano.
Este sistema de generación híbrida (solar-diésel) hace parte de los seis instalados en las comunidades indígenas aledañas a Puerto Carreño: Ekonai (de la comunidad de Orlando), Guaripa, Joval, La Hormiga, Roncador y Morichalito y que beneficia a 94 familias en total.
Particularmente Guaripa fue un reto de energización por las pericias para enfrentar el invierno. “Cuando la piedra en la que vive la comunidad se convirtió en una isla, fue necesario organizar todo para llevar el material hasta allá en bote, pero antes tuvimos que limpiar el camino para poder pasar”, explica Miguel Ángel Arcila Gómez, ingeniero de proyectos de HyG Ingeniería y Construcciones S.A.S., empresa contratista de la obra.
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Fuente: https://www.pulzo.com/nacion/comunidad-indigena-vichada-estrena-sistema-electrico-PP1298501A
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