Cuidar al Río Magdalena es trabajo de todos
- boletin028
- 3 oct
- 3 Min. de lectura

El Río Magdalena, columna vertebral hídrica, económica y cultural de Colombia, atraviesa hoy por una etapa crítica. Según reportes recientes, más de 250 municipios descargan vertimientos al afluente sin tratamiento adecuado, lo que atenta contra la biodiversidad acuática y la salud de las comunidades ribereñas (Pulzo, 2025). La Contraloría General de la República alerta que, de 514 municipios de la cuenca, 294 carecen de sistemas de tratamiento de aguas residuales (PTAR), lo que obliga a que millones de litros de aguas servidas se viertan sin control hacia el Magdalena (El Espectador, 2019).
Adicionalmente, la tala ilegal —por ejemplo la destrucción de 22 árboles nativos en bosques secos protegidos— constituye una amenaza directa a la estabilidad de las riberas, favoreciendo la erosión, sedimentación y pérdida de cobertura vegetal que actúa como filtro natural. Según advierte la Contraloría General de la República, el descuido institucional y la falta de articulación han llevado a una “olvido ambiental” sobre el Río, al evidenciar denuncias de atrasos en planes de manejo, metas incumplidas y debilitamiento de las acciones de control y mitigación (El Espectador, 2025).

Ante semejantes desafíos, el país no puede permitirse la pasividad.
En ese sentido, el Gobierno Nacional recuerda e impulsa a las Entidades Territoriales para que implementen y hagan uso adecuado de los recursos del la Asignación Especial para los Municipios Ribereños del Río Magdalena del Sistema General de Participaciones, el cual según las líneas de inversión definidas por la Ley 2048 de 2020 que adiciona el art. 20 a la Ley 1176 del 2007, facilita la prevención, protección y manejo de la sostenibilidad ambiental del Río y sus cuencas. Estos recursos no son un subsidio discrecional: tienen un carácter estratégico, institucional y vinculante.
Dicho lo anterior, cuando estos recursos se invierten bien, al estudiar el impacto ambiental se tiene que: (i) Se reducen vertimientos nocivos; (ii) Se detiene el avance de procesos erosivos que arrastran sedimentos y contaminantes; (iii) Se fortalece la resiliencia de comunidades frente a inundaciones o sequías; (iv) Se rehabilita la salud del ecosistema acuático, revitalizando especies y cadenas productivas locales.
El Gobierno reafirma que el Río Magdalena no es un recurso más, sino un bien público estratégico, esencial para el desarrollo sostenible y el bienestar de millones de colombianos. La implementación efectiva del SGP‑Ribereños representa una apuesta institucional y política en pro del Río, a fin de proteger las vidas ribereñas y dejar a futuras generaciones un Magdalena vivo. El éxito de esta iniciativa no depende solo del Estado: requiere el compromiso serio y constante de los mandatarios locales, del acompañamiento técnico del nivel nacional, del compromiso de las corporaciones ambientales y, por supuesto, de la vigilancia activa de la comunidad.
Fuentes: Pulzo. (2025, octubre 02). Contaminación del río Magdalena: causas, impacto ambiental y urgencia de soluciones en Colombia. https://www.pulzo.com/nacion/contaminacion-del-rio-magdalena-causas-impacto-ambiental-y-urgencia-de-soluciones-en-colombia-PP4822212A
El Espectador. (2019, agosto 21). El río Magdalena está en el olvido ambiental: Contraloría. https://www.elespectador.com/ambiente/el-rio-magdalena-esta-en-el-olvido-ambiental-contraloria-article-834779/
El Espectador (2025, octubre 02). Tala ilegal arrasa con 22 árboles nativos en bosque seco protegido del Magdalena. Tala ilegal arrasa con 22 árboles nativos en bosque seco protegido del Magdalena | EL ESPECTADOR
República de Colombia, Departamento Administrativo de la Función Pública. (2020, 10 de agosto). Ley 2048 de 2020 [Norma]. EVA – Gestor Normativo. https://www.funcionpublica.gov.co/eva/gestornormativo/norma.php?i=164155

.png)




Comentarios